martes, 3 de junio de 2014

Frángula o arraclán (Frangula alnus), flor pequeña e interesante para los insectos del Rudrón

Hoja y flor de Arraclán. Valle Rudrón
Hoja y flor de Arraclán. Valle Rudrón
Finales de Mayo. Subiendo por uno de los caminos que conducen al páramo escuchamos un fuerte zumbido alrededor de este arbusto que puede alcanzar los 3 metros de altura, con algunos ejemplares de hasta 6 metros. 

Son las abejas de la miel las que intentan obtener algo de néctar de sus diminutas flores, con 5 pétalos, de color blanco verdoso. Moscas y escarabajos obtienen también su alimento del arraclán.

De las pequeñas flores surgirá el fruto, esférico, a principio de color verdoso, luego adopta tonalidades amarillas, pasará a un rojo intenso, y finalmente, negro y brillante. Son venenosos para los humanos y maduran en verano. A los tordos les encantan.

A este árbol le gustan los senderos boscosos, praderas y áreas mixtas de coníferas, siempre y cuándo sean suelos ácidos y extremadamente húmedos. Se le califica como glabro, es decir, sin pelo en las hojas.

Su madera servía para obtener carbón de alta calidad, y muy triturado, formaban parte de la pólvora negra. Su corteza se utilizó para fines médicos.

Abeja en flor de frángula o arraclán
Abeja en flor de frángula o arraclán

Como curiosidad leemos que en los exorcismos se quemaba su corteza porque se creía que su humo ahuyentaba a los malos espíritus.
Detalle flor de Frángula o Arraclán

Para saber más:

- Reconoce fácilmente las plantas silvestres, de François Couplan y Yves Doux.

Fruto, flor y hoja de Arraclán. Flora Rudrón
Fruto, flor y hoja de Arraclán. Flora Rudrón


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