Verdecillo en el Valle del Rudrón |
Unas hectáreas de girasol son las responsables de una "nube" de verdecillos que nos han acompañado este invierno en el Valle del Rudrón burgalés. Con tal abundancia de comida, este pájaro no ha encontrado mejor sitio para pasar estos meses de mucho frío.
Posado en las copas de algún árbol, un pájaro pequeño canta de forma incesante y monótona. Su pecho amarillo resalta sobre el fondo verde. Se trata del verdecillo (Serinus serinus), una de las aves más comunes de nuestros campos. El macho tiene la frente amarilla, mientras que las mejillas y dos franjas a ambos lados de la cabeza presentan tonos más apagados. Pecho y obispillo (en las aves, extremidad movible en donde están las plumas de la cola), amarillean intensamente. El dorso es listado de gris oscuro sobre fondo verdoso. Las alas y la cola son grises, al igual que las motas de los flancos. Los colores de la hembra son, salvo el obispillo, mucho más apagados , y está más profusamente listado de pardo.
La búsqueda de granos es la principal ocupación del verdecillo fuera de la época de cría. Silencioso, explora las hierbas de los barbechos, borde de los caminos, jardines y viñas. La variada dieta se compone de diminutas semillas como la de los jaramagos, cenizos e infinidad de gramíneas. Cuando a últimos de verano, esas semillas escasean, se trasladan a las huertas para consumir con verdadera ansiedad la simiente de rábanos, lechuga, nabos y otras verduras.
Amantes del sol y de la luz, los verdecillos que habitan en las laderas montañosas bajan en invierno a los jardines, parques y cementerios de pequeñas ciudades.
En los últimos días de marzo y una vez que el macho ha fijado el lugar donde asentar el nido, la hembra comienza su construcción, tardando cinco días en hacerlo. El nido suele ubicarse en el extremo de una rama lateral, bien camuflado y a una altura de 2 a 8 metros. Tienen predilección por los cipreses, abetos, cedros y otras coníferas más o menos tupidas.
A mediados de abril, la hembra pone tres o cuatro pequeños huevos, blanquecinos y moteados de marrón.
Programa Trino en Burgos |
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